dilluns, 23 de febrer del 2009

La desaparicion de Marta

No era la primera vez que Marta estaba en casa de 'Miguel',
pero aquella noche fue la última. Según ha confesado el propio
Miguel Carcaño a la policía, Marta le acompañó a su casa en la
calle León XIII con la intención de recoger unos cd's. Los jóvenes
comenzaron a discutir y él acabó golpeando a la joven con un cenicero
en las noche del 24 al 25 de enero Marta del Castillo, de 17 años,
y Miguel, de 20, habían sido pareja durante poco más que un mes,
hace ya dos años. Pero Miguel seguía frecuentando la pandilla de la
adolescente y aquella relación tenía idas y venidas. La noche en que
desapareció, Marta avisó a su madre de que bajaba con Miguel,
de 20 años, a "resolver unos asuntos". Nunca volvió...
Entonces, el chico dijo que la había dejado en su portal de la barriada
de Tartesos (cercana a la estación Santa Justa) sobre las 21:30. Todo
falso, a esa hora Marta ya estaba muerta. La familia de Marta siempre
miró con recelo al joven de pasado complicado (huérfano de madre, de
padre alcohólico y con antecedentes por robo desde los 16 años). No les
gustó su relación y cuando Marta desapareció sospecharon de él.
Aunque todavía no está del todo claro lo que sucedió aquella noche,
la detención de Miguel y sus cómplices ha permitido reconstruir los
pasos de Marta desde el portal de su casa. La chica acompañó a Miguel
a su bloque, en el número 78 de la calle León XIII.
Miguel se había criado en esta casa y, siguió viviendo allí con su
hermanastro Javier cuando su madre murió, hace ya tres años.
Últimamente, sin embargo, pasaba los días en casa de Rocío, su novia de 14 años,
que vivía con su familia en Camas, un pueblo a escasos kilómetros de Sevilla,
al otro lado del Guadalquivir.La pelea
Pero aquella noche, antes de volver a Camas, Miguel fue con Marta a su
casa. Allí, comenzaron a discutir. Los propios vecinos del bloque han dicho
que oyeron gritos procedentes del bajo C. Los chillidos se transformaron
en golpes. Miguel agarró el cenicero y golpeó a Marta con él.
Tras unos momentos de confusión Miguel bajó a la calle y llamó desde
una cabina a Samuel Benítez, un amigo del barrio que también frecuentaba
la pandilla de Marta, y a Cuco, el menor de 15 años. Había matado a Marta
y no sabía cómo deshacerse del cadáver, les dijo. Miguel, Samuel, Cuco y
el hermanastro de Miguel (Javier) coincidieron en la casa y allí decidieron
envolver a Marta en una manta y tirar su cuerpo al río Gualdaquivir.
Todos subieron el cuerpo de Marta en la parte de atrás de un Volkswagen
blanco propiedad de la familia de Cuco. Samuel y el menor condujeron
hasta un viejo puente cerca de la 'charca de la pava' mientras Miguel les
seguía detrás con la moto. Después tiraron el cuerpo y se marcharon.
El asesino confeso a casa de su novia Rocío y Samuel y Cuco a Sevilla.
En el Guadalquivir se concentra ahora la búsqueda de Marta.
La autopsia de su cadáver podrá determinar si la chica murió de
aquel fatídico golpe que le asestó Miguel o seguía viva cuando él y
Samuel la arrojaron al río.
La búsqueda está dividida en cuatro tramos: desde la pasarela donde
Miguel Carcaño confesó haber lanzado el cadáver de Marta, zona en la
que hay un importante número de inmersiones por parte de los buzos,
hasta el puerto deportivo de Gelves; desde allí hasta el casco urbano de
La Puebla del Río; desde este municipio hasta la estación de bombeo del
mármol; y la última, la más larga con 40 kilómetros de longitud, que
llega hasta la desembocadura en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde
está actuando una embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
Pero las labores en el río están resultando "muy dificultosas", principalmente
debido al "movimiento ascendente y descendente" de la marea que cada seis
horas mueve las aguas del Guadalquivir, según el comisario jefe de la Brigada
de Policía Judicial de Sevilla, Manuel Piedrabuena. La búsqueda
Durante semanas, la búsqueda de Marta no se concentró en el río,
sino en las calles sevillanas. Después de que sus padres denunciasen
su desaparición, las farolas y pareces de la ciudad se llenaban de carteles
con la foto de la chica bajo una leyenda: "Desaparecida". Según amigos de
Marta, Miguel también participó en la pegada de carteles y Samuel instaba
a la movilización a través de la red social Tuenti.
Justo cuando se cumplían tres semanas de la desaparición de la joven, Miguel
y Samuel eran detenidos. Aunque el ex novio de Marta ya había sido interrogado
en otras ocasiones, parece que esta vez la policía le señaló una prueba
irrefutable de su implicación (puede que ropa manchada con sangre de Marta)
y el chico se derrumbó y confesó. De paso, apuntó a su amigo Samuel,
que también confesó ante la policía, aunque posteriormente se desdijo
ante el juez.Como un castillo de naipes que se desmorona, las confesiones
llevaron a su vez a las detenciones de Cuco y Javier. La policía no espera hacer más detenciones.