Mi vida ahora se limita por lo que yo quiero o las personas que quiero antes que todo ,
tengo muchos limites y no me voy a poner a explicarlos aqui todos .
dilluns, 8 de març del 2010
EJ 15 - Cuento popular
LA PRINCESA Y EL GUISANTE
Érase una vez un príncipe que quería casarse con una princesa, pero tenía que ser con una princesa de verdad.Recorrió el mundo entero, y aunque en todas partes encontró princesas, siempre acababa descubriendo en ellas algo que no acababa de gustarle. De ninguna se hubiera podido asegurar con certeza que fuera una verdadera princesa; siempre aparecía algún detalle que no era como es debido. El príncipe regresó, pues, a su país, desconsolado por no haber podido encontrar una princesa verdadera.Una noche se desencadenó una terrible tempestad: relámpagos, truenos y una lluvia torrencial. ¡Era espantoso! Alguien llamó a la puerta de palacio y la anciana reina fue a abrir.Era una princesa quien aguardaba ante la puerta. Pero, ¡Dios mío!, ¡Qué aspecto ofrecía con la lluvia y el mal tiempo! El agua chorreaba por sus cabellos y caía sobre sus ropas, le entraba por la punta de los zapatos y le salía por los talones. Y sin embargo, ¡pretendía ser una princesa verdadera!"Bien, ya lo veremos", pensó la vieja reina, y sin decir palabra se dirigió a la alcoba, apartó toda la ropa de la cama y colocó un guisante en su fondo; puso después veinte colchones sobre él y añadió todavía otros veinte edredones de plumas de pato.Allí dormiría la princesa aquella noche.A la mañana siguiente, le preguntaron qué tal había descansado.- ¡Oh, terriblemente mal!- respondió la princesa-. Casi no he pegado ojo en toda la noche. ¡Dios sabe qué habría en esa cama! He dormido sobre algo tan duro que tengo el cuerpo lleno de cardenales. ¡Ha sido horrible!Así se pudo comprobar que se trataba de una princesa de verdad, porque a pesar de los veinte colchones y los veinte edredones de pluma, había sentido la molestia de un guisante. Sólo una verdadera princesa podía tener la piel tan delicada.El príncipe, sabiendo ya que se trataba de una princesa de verdad, la tomó por esposa el guisante fue trasladado al Museo del Palacio, donde todavía puede contemplarse, a no ser que alguien se lo haya llevado.¡Cómo veréis, ésta sí que es una historia verdadera!
Fin
Érase una vez un príncipe que quería casarse con una princesa, pero tenía que ser con una princesa de verdad.Recorrió el mundo entero, y aunque en todas partes encontró princesas, siempre acababa descubriendo en ellas algo que no acababa de gustarle. De ninguna se hubiera podido asegurar con certeza que fuera una verdadera princesa; siempre aparecía algún detalle que no era como es debido. El príncipe regresó, pues, a su país, desconsolado por no haber podido encontrar una princesa verdadera.Una noche se desencadenó una terrible tempestad: relámpagos, truenos y una lluvia torrencial. ¡Era espantoso! Alguien llamó a la puerta de palacio y la anciana reina fue a abrir.Era una princesa quien aguardaba ante la puerta. Pero, ¡Dios mío!, ¡Qué aspecto ofrecía con la lluvia y el mal tiempo! El agua chorreaba por sus cabellos y caía sobre sus ropas, le entraba por la punta de los zapatos y le salía por los talones. Y sin embargo, ¡pretendía ser una princesa verdadera!"Bien, ya lo veremos", pensó la vieja reina, y sin decir palabra se dirigió a la alcoba, apartó toda la ropa de la cama y colocó un guisante en su fondo; puso después veinte colchones sobre él y añadió todavía otros veinte edredones de plumas de pato.Allí dormiría la princesa aquella noche.A la mañana siguiente, le preguntaron qué tal había descansado.- ¡Oh, terriblemente mal!- respondió la princesa-. Casi no he pegado ojo en toda la noche. ¡Dios sabe qué habría en esa cama! He dormido sobre algo tan duro que tengo el cuerpo lleno de cardenales. ¡Ha sido horrible!Así se pudo comprobar que se trataba de una princesa de verdad, porque a pesar de los veinte colchones y los veinte edredones de pluma, había sentido la molestia de un guisante. Sólo una verdadera princesa podía tener la piel tan delicada.El príncipe, sabiendo ya que se trataba de una princesa de verdad, la tomó por esposa el guisante fue trasladado al Museo del Palacio, donde todavía puede contemplarse, a no ser que alguien se lo haya llevado.¡Cómo veréis, ésta sí que es una historia verdadera!
Fin
divendres, 5 de març del 2010
EJ 21
Las comas ( , ) y las tildes (´) tienes mucha importancia
porque te enseñan por las comas (,) si tienen que parar y tomarse un respiro y las tildes sirven para indicar si la sílaba es más fuerte o menos porque se puede saber entre dos palabras , habeces pueden haber dos palabras que se escriben igual y la tilde los diferencia esa es la importancia que tiene para mí.
porque te enseñan por las comas (,) si tienen que parar y tomarse un respiro y las tildes sirven para indicar si la sílaba es más fuerte o menos porque se puede saber entre dos palabras , habeces pueden haber dos palabras que se escriben igual y la tilde los diferencia esa es la importancia que tiene para mí.
EJ 19 - LA VIDA
EJ 18 - HISTORIA


Había una vez dos niños que eran ricos y tenian todo lo que querian sus padres les consentían todo y un dia a la niña que se llama Rocío quiso que le hicieran un ordenador expresamente tactil para ella y como sus padres se lo consentian todo se lo encargaron al mejor especialista en tecnologia del mundo , tenian una habitacion en su casa en la que ella elijió poner ese ordenador con una pantalla muy grande, mientras su hermano le entró el capricho de que le compren el último modelo de coche Lamborghini ,bueno a parte de que el podía hacer uso de todo lo que quiera cuando quiera sus padres como eran tan generosos se lo compraron.
EJ 17 - MONOLOGO ROBOT
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